Queridos chicos y chicas de Confirmación: ha sido todo un regalo de Dios la experiencia que hemos podido vivir juntos, y con otros muchachos/as de otras parroquias vecinas, en Pelayos de la Presa. Hemos convivido, rezado, jugado, disfrutado, caminado y celebrado la Santa Misa. (¡Y comido estupendamente!). Ahora toca continuar viviendo este espíritu de comunión y transmitirlo a quienes nos rodean, comenzando por nuestras familias. ¡Ánimo!
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